En un proceso que ha levantado serias sospechas, la Municipalidad de Putaendo adjudicó la compra de un bus municipal a la empresa Comercial Brasil Buses Limitada, cuya oferta fue la más costosa entre los tres oferentes, sin una razón clara que lo justifique. La decisión ha generado polémica, no solo por el precio elevado, sino por otros factores preocupantes.//
Según el informe de la licitación, que ascendía a $246 millones, la oferta de Comercial Brasil Buses alcanzó los $229 millones, considerablemente superior a las propuestas de Epysa Buses Limitada y Automotores Gildemeister, que ofrecieron buses con características similares pero a un costo menor. A pesar de esto, la comisión evaluadora le otorgó la adjudicación a la empresa con la oferta más cara, basando su decisión en un plazo de entrega de un solo día, lo que se ha descrito como «irreal» y «poco creíble» dadas las exigencias legales y técnicas para la entrega de un vehículo en ese tiempo.
Plazo de entrega: un factor determinante, pero sospechoso
Uno de los puntos más alarmantes del proceso fue la ponderación otorgada al plazo de entrega. Mientras que las otras empresas ofrecieron plazos razonables de 10 y 45 días, respectivamente, Comercial Brasil Buses aseguró poder entregar el bus en tan solo un día, lo que le otorgó una ventaja injustificada en la evaluación. Sin embargo, expertos señalan que este plazo no solo es inverosímil, sino que podría ser inviable dada la necesidad de cumplir con normativas como la Ley 21.539, que exige que los vehículos se entreguen con placas y permisos de circulación, algo que no podría gestionarse en 24 horas.
Garantía insuficiente y fallos en la evaluación
Además del precio elevado, Comercial Brasil Buses ofreció la menor garantía entre los tres oferentes, con solo 100,000 kilómetros frente a los 200,000 kilómetros ofrecidos por Epysa Buses. Pese a esta significativa diferencia, los tres oferentes recibieron la misma calificación en este ítem, lo que ha despertado dudas sobre la equidad del proceso.
¿Un proceso viciado?
Las coincidencias entre el cumplimiento de los requisitos formales, el corto plazo de entrega y la adjudicación a la empresa más cara levantan la sospecha de que el proceso pudo haber estado manipulado para favorecer a Comercial Brasil Buses. La falta de justificación clara, sumada a las irregularidades observadas, sugiere la necesidad de una investigación más profunda para asegurar la transparencia y correcta utilización de los fondos públicos.
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