Nuevo récord de temperatura en la Antártica alerta a expertos mundiales: llegó a 13,7ºC

Con una máxima de 13,7 grados centígrados, la Antártica no había registrado antes semejantes temperaturas. Sus potenciales efectos por las precipitaciones líquidas y deshielos podrían ser devastadores no sólo para la fauna que habita el continente, sino extenderse al mundo. Científicos claman por un monitoreo contínuo.//

Para investigadores nacionales e internacionales, el monitoreo de éste y otros fenómenos climáticos en tiempo real en Antártica se vuelve críticos para comprender los efectos del cambio climático, no sólo en el Continente Blanco y Chile Continental Sudamericano, sino a nivel global.

Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago, investigador del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) y experto en Cambio Climático, no tiene dudas: “Los eventos de temperaturas extremas están aumentando en todo el mundo y la Antártica no es una excepción. En paralelo han estado aumentando también los ríos atmosféricos, es decir bandas de aire tropical rico en humedad que, cuando se acercan a la Antártica, ocasionan precipitaciones y alzas de temperatura.”

Un fenómeno de este tipo se desarrolló el lunes pasado. La Península Antártica registró temperaturas récord en cuanto a las máximas: 13.6 °C en la base argentina Carlini (marca anterior de 13,1 °C de 2019), 11,5 °C en la base ucraniana Vernadsky (marca anterior de 10,9 °C de 1988) y 13,7 °C en la base coreana King Sejong (marca máxima anterior de 1988).

En tanto, según el registro de la nueva estación en la Base Científica Chilena Profesor Julio Escudero, la temperatura máxima registrada alcanzó los 8,1 °C a las 17.00 horas.

Como explica Cordero, ésto genera precipitaciones líquidas y las altas temperaturas suelen ocasionar derretimiento del hielo, lo que normalmente no se consideraba de gran impacto hasta que recientes estudios comenzaron a indicar lo contrario.

Así lo analizan las investigadoras Sarah Feron y Penny M. Rowe en el último número del Boletín Antártico Chileno: “Aunque no existe una definición universal para las olas de calor, se entienden como períodos de días consecutivos con condiciones más cálidas de lo habitual”.

Al respecto, detallan que las observadas en la Península Antártica pueden ser un gran problema para la conservación de los glaciares milenarios: “las olas de calor de larga duración que se producen actualmente pueden dar lugar a lagunas persistentes de agua de deshielo, que a su vez han demostrado ser los principales mecanismos de colapso de las plataformas de hielo”, escriben.

Se necesita una red de monitoreo continuo a los cambios de temperatura

Irina Gorodetskaya, de la Universidad de Aveiro, Portugal, ve con preocupación este fenómeno.

“El evento de río atmosférico que afectó tanto al sur de Chile como a la Península Antártica los días 7 y 8 de febrero tuvo importantes impactos por su intensa magnitud, fue clasificado como río atmosférico de ‘categoría 5’ (por ser intenso y de larga duración) en la costa occidental chilena, trayendo vientos severos y fuertes lluvias. En la Antártica provocó récords de temperatura en varias estaciones situadas en la isla Rey Jorge. Estas temperaturas extremas de corta duración ya han mostrado en el pasado impactos devastadores en las plataformas de hielo alrededor de la Península Antártica, que tienen un efecto de refuerzo para la capa de hielo y sus glaciares”, dice.

Este fenómeno está siendo observado desde hace años. “Las temperaturas cálidas y la formación de deshielo en la parte superior de la plataforma de hielo Larsen B provocaron su desestabilización y una rápida desintegración en 2002. Y ahora estamos vigilando de cerca la formación de lagunas de fusión en la plataforma de hielo Larsen C tras este evento cálido del 8 de febrero. Como se indica en el 6º Informe de Evaluación del IPCC, el calentamiento global ha afectado a todas las regiones del mundo y la Península Antártica se ha calentado más que otras partes del hemisferio sur. Se prevé que estos fenómenos cálidos extremos sean más frecuentes y más intensos en el futuro con el continuo calentamiento global”, agrega Gorodetskaya.

Las investigadoras coinciden en la importancia de realizar un seguimiento continuo de la temperatura y otros parámetros meteorológicos. “Las diferencias regionales en la Antártica subrayan la necesidad de una red de estaciones meteorológicas que ayude a seguir las anomalías de temperatura y las olas de calor a escala regional”, destacan Feron y Rowe en su texto.

A nuestro país le afectan 7 de las 9 características de vulnerabilidad ante el cambio climático definidas en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el tema. La península Antártica es señalada como “hot spot”, pero recién en la última década se ha enfatizado el poderoso efecto que tiene sobre las características de vulnerabilidad que afectan a Chile. Es por ello que la sensorización de Antártica resulta tan vital para un país como Chile, cuando discutimos acerca del modelo de desarrollo y los escenarios que nos afectarán en los próximos años.

Fte. BIO BIO.CL

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