En un gesto de cercanía y gratitud, el Obispo Gonzalo Bravo Álvarez inició la celebración mencionando a cada representante presente.//
Este jueves 16 de octubre, a las 11:00 horas, se celebró en el Templo Catedral de San Felipe el solemne Te Deum Diocesano, una significativa ceremonia que reunió a toda la comunidad para dar gracias a Dios por los 100 años de vida pastoral de la Diócesis de San Felipe, que culmina este 18 de octubre su Centenario Diocesano.
El templo madre de la diócesis se convirtió en el centro de una profunda oración de gratitud, donde participaron autoridades civiles, militares y eclesiales, junto a representantes de instituciones públicas y privadas, colegios católicos y confesionales, juntas de vecinos, Cruz Roja, Carabineros, Bomberos, PDI, hospitales y miembros de comunidades parroquiales de las provincias de Los Andes, San Felipe y Petorca.
En un gesto de cercanía y gratitud, el Obispo Gonzalo Bravo Álvarez inició la celebración mencionando a cada representante presente, reconociendo la presencia activa de todos los sectores de la sociedad. La liturgia se desarrolló con una estructura especialmente preparada para este centenario, en la que se destacaron los signos y símbolos que reflejan la vida de fe de la Iglesia diocesana.
La Primera Lectura, tomada del Libro de la Sabiduría (Sab 9, 1-11), y el Salmo 121, invitaron a reconocer a Dios como fuente de toda sabiduría y alegría. El Evangelio de Mateo (Mt 28, 16-20) recordó el mandato de Jesús: “Vayan yhagan discípulos a todos los pueblos”, expresión que inspiró la homilía de nuestro pastor diocesano.
En su mensaje, Mons. Gonzalo Bravo expresó: “Qué alegría celebrar cien años, qué alegría que la Providencia nos haya puesto en este lugar. Como comunidad cristiana hemos sabido cumplir, en medio de nuestros errores y horrores, lo que Jesús nos pide: ir y hacer discípulos. Quiero darle gracias al Señor por el bien de la Iglesia”.
El obispo manifestó su gratitud a todos quienes han sido parte de la historia diocesana y dedicó un saludo especial a los profesores y profesoras, en el marco de la conmemoración de su día. Reflexionó también sobre la importancia de mantener viva la dimensión espiritual en la sociedad, señalando que “no basta la inteligencia artificial para llenar los espacios interiores del ser humano”, destacando la necesidad del don de la sabiduría, que no solo implica saber, sino también “saborear” la vida desde la intimidad con Dios.
El Te Deum culminó con el solemne canto del “A ti, oh Dios”, expresión de alabanza y gratitud por el camino recorrido, seguido por la bendición final impartida por el obispo, quien invitó a seguir siendo una Iglesia viva, cercana y esperanzadora.
La Diócesis de San Felipe se prepara ahora para vivir la Gran Jornada de Clausura del Centenario, este sábado 18 de octubre, desde las 10:00 horas, en la Casa de Espiritualidad del Santuario Santa Teresita de Los Andes, en Auco, donde se espera la participación de más de tres mil personas y la Eucaristía de cierre a las 17:00 horas.
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